Madeira desde el océano

Los cetáceos que nos visitan.

Las Islas de Madeira, un lugar privilegiado para el avistamiento de ballenas y delfines !

El archipiélago de Madeira, situado en medio del océano Atlántico, es de origen volcánico.

Este aspecto, combinado con la ausencia de una placa continental, da lugar a un rápido aumento de la profundidad al alejarse de la costa. Esto permite que muchas especies de cetáceos típicamente oceánicos, que prefieren las aguas profundas, se acerquen mucho a la costa, favoreciendo su observación.

A lo largo de los años, la actitud del público hacia los cetáceos ha cambiado considerablemente.

Durante mucho tiempo se les consideró un recurso a explotar. Sin embargo, en los años setenta y ochenta se adoptaron ampliamente las tendencias anti-caza y pro-conservación.

El archipiélago de Madeira alberga una abundante fauna que, combinada con el clima suave y las buenas condiciones de navegación durante todo el año, hace que esta zona sea ideal para la observación de cetáceos.

Los cetáceos nos visitan durante su migración, pero no sólo.

Se suelen separar en dos grandes familias: los odontocetos, o ballenas dentadas, y los misticetos, o ballenas con barbas. Esta separación académica distingue entre las ballenas que tienen dientes para cazar y las que filtran el agua a través de las barbas para alimentarse de pequeños organismos como el plancton o pequeños crustáceos.

Así pues, los delfines pertenecen a la familia de las ballenas dentadas, como los cachalotes. La ballena de Bryde, que nos visita regularmente, pertenece a la familia de las ballenas barbadas, al igual que el rorcual y la ballena azul.

En nuestra zona de investigación se pueden observar hasta 28 especies de estas familias. Algunos son más estacionales que otros. Por ejemplo: los delfines mulares y los calderones tropicales pueden observarse durante todo el año, ya que existen familias que viven en el archipiélago de Madeira.

Además de estas 2 especies, otras nos visitan regularmente durante el año, como el cachalote, la ballena de Bryde, el delfín común (especialmente en invierno) y el delfín manchado (más en verano).

Los zifios de Cuvier y de Blainville también pueden verse durante todo el año, aunque su comportamiento tímido dificulta su estudio.

Otras especies pasan de largo sin detenerse realmente: la ballena azul, la orca y la ballena jorobada, pero por ello sólo podemos observarlas brevemente, una o dos veces al año.